Voy a empezar, como otras muchas veces he hecho, con un pequeño desahogo extra-deportivo: desastrosa la organización “maricroniana” del evento provocada, en parte y como no es de extrañar, por los hooligans que nunca caminarán solos y, por ello, algún policía tendrá que acompañarlos al destino adecuado. Los aficionados españoles, por su parte, fueron un ejemplo de respeto y corrección. Ellos, los que estaban allí, merecieron, más que nadie, ver como nuestro capitá
n levantaba la Orejona 14. ¡Qué grande es nuestro Real Madrid!
El partido de la 14 no será recordado como un prodigio de talento y exquisito juego blanco, no. Los nuestros estuvieron, durante la mayor parte del enfrentamiento presionados y arrinconados por los belicosos chicos de Klopp. Nos evitó tener que ganar vía remontada una defensa muy acertada por parte de casi toda nuestra última línea. De ellos, me gustaría destacar el gran partido de Carvajal, la eficacia en los despejes por arriba y por debajo de Militao y Alaba y, sobre todo, el excepcional partido de San Courtois. Hace ya mucho le llamamos así, aquí, en MqM, pero lo de anoche ha sido el no va más. Sin el belga de las manos mágicas y las piernas elásticas no hubiésemos ganado el partido; sin este portero que, sin complejos, dejó muy claro cuál era el lado bueno de su carrera, podríamos haber recibido una goleada. Su compromiso su genuina y muy sentida alegría por levantar su primera Copa de Europa con el Real Madrid le han ganado sitio en nuestros agradecidos corazones blancos.
El Real Madrid de esta temporada, que comenzó todavía con el COVID-CHINOOMS y terminó con el inicio de la Viruela del Mono, es un Madrid muy especial. No recuerdo haber visto un equipo con tanta c
apacidad de resistencia, de lucha y de compromiso con todos los que estamos siermpre a su lado. Esas mágicas remontadas, esas victorias in extremis, sólo se pueden conseguir si, además de buenos jugadores, esos que nos representan en el campo son genuinos madridistas. La Liga y la Orejona de la 2021/2022 son un ejemplo de la fuerza de la fe y el amor por su escudo, ese que, pese a quien le pese, está coronado por una cruz que simboliza con exactitud los valores del club que forjó don Santiago Bernabéu.
No voy a hablar del gol anulado a Benzema después de una larguísima sesión de VAR que apestaba a engaño. He visto la jugada muchas veces y para mi está claro que ni en la primera etapa de la polémica jugada, y tampoco en la segunda hubo fuera de juego de Karim y el Pajarito no fue el último en tocar ese balón que deseaba penetrar, a toda costa, en la portería roja. ¿Y no valoraron, me pregunto ingenuamente, los “varsianos” un posible penalti a Valverde? ¡Hum!
La parte positiva del atraco arbitral fue que inyectó a los blancos la convicción de que el partido se podía ganar. Y otro Madrid más asentado, más estable, salió al campo en al segunda parte y comenzaron a llegar esas “contras” aprovechando los espacios que ya iban dejando los ya mermados chicos de Klopp. La presión, los nervios, la imperiosa necesidad de abrir al marcador marcaron alguna de los fallos en las jugadas que parecían más prometedoras…, pero no pasaba nada, al final de la zona defensiva estaba San Courtois siempre alerta y convencido de que no dejaría p
asar balón rojo alguno.
Y en el minuto sesenta llegaría el gol de la victoria como consecuencia de un pase/disparo a puerta de Fede Valverde al que no llega Benzema pero sí el Cohete de Río para batir, con comodidad, a Alisson. Me alegré mucho que fuera este jugador, al que le deseo una larga y exitosa vida en el Real Madrid quien marcara el gol de la 14. Vini, ya lo he dicho muchas veces, ¿para qué carajo necesitamos al pesetero de Mbappé?
A partir de ahí: desesperación roja ante la imposibilidad de doblegar al belga que ama al Real Madrid; fallos blancos, por puros nervios, que impidieron sentenciar el partido y hábiles cambios carlettianos con el principal objetivo de parar el juego y ganar tiempo. Picardía legal, señoras y señores.
¡Hala Madrid! ¡Viva el club más grande de la historia del fútbol!
P.D. Y, para que por pedir, no quede sería perfecto que ese madridista de pro llamado Rafael Nadal, ganara la próxima semana su décimo cuarto Roland Garros. Carlitos, madridista también, tú tienes más tiempo por delante para mantener ese Grand Slam en manos españolas.
Sigo feliz desde el sábado, pero no hay que olvidar lo que pasó antes del partido
https://gaceta.es/editorial/paris-ya-era-esto-20220530-2008/
Uuf.
Qué feliz dolor feliz de feliz cabeza feliz.
Tomad, cibrones:
https://www.youtube.com/watch?v=SJz-WFB5xc0
No hay dudas que el Morenillo está cagadillo:
Multiculturalismo ? NO GRACIAS
https://gaceta.es/actualidad/la-final-de-la-champions-ensena-las-consecuencias-fatales-del-multiculturalismo-y-de-la-inmigracion-descontrolada-20220530-1309/
Santiago Abascal y Macarena Olona en Granada. ¡Arriba VOX!
Queridos amigos:
Muchas felicidades en mi propio nombre y en el del doncel, que está indispuesto de puro borracho. Qué indignidad. Se lo tengo dicho: ni en ocasión tan grande le es lícito a un hombre cabal perder el sentido con la bebida. ¿Y para qué? ¿Para tenerte que encamar a las ocho de la tarde ayer y perderte la fiesta del templo?
Catorce copas de Europa. La leyenda más grande imaginada. Y ya queremos la siguiente, la decimoquinta.
Los jugadores estaban tan seguros de la victoria que no festejaron en exceso. La daban por hecha. Y lo mismo la afición. Me consta, y lo he contrastado con más blancos, que nos excitamos más, nos emocionamos más, y lloramos más, echando al M. City que ganando a Klopp. Es curioso.
La final tuvo menos brillo y menos épica. Es como si el grueso del trabajo ya estuviera hecho.
Owen no se creía su propio pronóstico. Sus palabras pretendían atraer a Fortuna. Su verbo de experto no era muy distinto en esto del recurso al pulpo Paul, qepd, o a otras bestias adivinadoras.
A partir del minuto 60 aproximadamente, de la final, las caras de los anglos rojos mostraban plena desconfinaza y, conforme avanzaba el fatal reloj, desesperación: No podemos con estos. No podermos contra la leyenda blanca. No hay nada que hacer. El Mersey bajará pronto crecido por el llanto local, otra vez por nuestra culpa.
La victoria estuvo cantada desde el gol tangado en la primera parte. La duda era si sería por 0-1 o 0-3, como bien pudo serlo.
Es indecente afirmar que un balón tocado con la rodilla o con el mismísimo glande por un rival que lo quiso (intencionadamente, pues) jugar o despejar fue un rebote que no habilitaba a Benze. Fue un atraco a la vista del planeta que no hizo sino espolear a los nuestros. Ah, hijos de Albión mareante, más os habría valido que ese gol hubiese subido al marcador.
Pérez resumió en El Chiringo la próxima estrategia: ganar la 15.
Eden resumió la suya en el templo: Os voy a dar todo lo que antes no he podido daros.
Benze separó en el mismo verde gálico la paja del grano: Ya tengo otra orejona; que me den el peloto dorado, o que me lo tanguen, no puede cambiar esto. Añado yo: Como si se lo dan a Messi o a un ucranio, ahora que el premio político está en boga. Todos saben quién es el mejor.
En fin, amigos, gran felicidad.
Se ha materializado de nuevo el misterio del RM: cuando más improbable parece, vuelve a darnos la gloria, una y otra vez.
SOLOS CONTRA TODO Y TODOS
¡Cómo asusta a la Izmierda y la izmierda camuflada de derecha, el PP, del Feijóo-2030!
Y a Moreno Mierdilla la voz le suena a cagazón eterna.
Después de leer esta estupenda crónica de WH, está claro que donde hay patrón, no manda ni escribe marinero
Tenía claro que esta Champions la ganábamos, y sois muchos los lectores de MqM que lo sabíais, pero no por éllo dejé de sufrir y al final disfrutar.
Era muy crio cuando ganamos las cinco seguidas y me acuerdo, sobre todo, de la que perdimos con el Benfica de Eusebio. Luego la del Inter y la del 81 del Liverpool, y entre medias la Sexta del aquel equipo español, que me acuerdo perfectamente de la alineación,
Y a partir de la 7, las finales no se juegan, se GANAN.
Gracias REAL MADRID, mi Real Madrid.
Y no os olvidéis que el año que viene, lucharemos por la 15
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ HALA MADRID !!!!!!!!!!!!!!
En primer lugar dar a enhorabuena a todo el madridismo por una nueva Copa de Europa, que creo sinceramente que ha sido la más merecida de todas las que recuerdo: por los adversarios que nos tocaron y por la manera imborrable de deshacernos de ellos, incluida la final con un Liverpool que venía crecidito, con ganas de revancha y con unos aires de superioridad que nuestros titanes se encargaron de desmentir en el terreno de juego. Gran temporada de todos, incluido un entrenador que hemos criticado por momentos. La próxima temporada se presenta muy prometedora a poco que nos deshagamos de algunos futbolistas que sobran y que hagamos tres o cuatro fichajes acertados y estratégicos que nos faltan.
¡¡¡ HALA MADRID!!!
Ya me has convencido, wh, con lo de San Courtois. Sin él no habríamos podido ganar a pesar del esfuerzo y el compromiso del resto de sus compañeros.
Como decía una camiseta que llevaba un aficionado blanco: "follamos tu casa, Mbappé".
Ah, y por primera vez me gustó todo lo que dijo Florentino a la Marchante.
¡Hala Madrid!