Creo que ya he confesado por aquí que, desde hace meses, decidí ver los partidos sin sonido. A esa decisión no sólo me condujo la ausencia de público sino lo que siempre me ha parecido una sesgada narración con abundantes tintes anti-madridistas. Ayer, sin embargo, elegí recuperar el sonido pensando en la posibilidad de que los medios vendidos soltaran un apoyo enlatado al justamente encarcelado Hasel , que tan bien está aprovechando la izquierda podemita y que tan desnudo está dejando al, casi siempre en paños menores, M. Marlarka. Por suerte, sólo se habló de fútbol y, además, no estaba Valdano.

Y ahora vayamos partido. El Madrid zidanesco de esta temporada está soportado por cinco pilares fundamentales: Courtois –anoche, y con un poco de suerte, claramente decisivo–, Case, Modric, Kroos y Benzema.  En este partido, que pensamos que sería de puro trámite, ante el Valladolid se notó, y mucho, la ausencia del francés…, y no sólo porque nos costó Dios y Casemiro meter un gol sino porque las opciones de penetrar la defensa enemiga se redujeron mucho porque nadie hizo la labor de media-punta ofensivo que tan bién hace Karim, moviéndose y repartiendo balones por el borde del área. Mariano el bueno estaba muy solo y, por ello sólo pudo marcar dos goles en claros fueras de juego.

El Madrid – ya no hablo de ZZ y su socio Bettoni, que creo que ya es hora de que cedan el testigo– debe de ir pensando en una opción de media punta ofensivo con un delantero centro claro como Mariano. Esa necesaria tarea, creo, la pueden hacer Karim o ese joven que tanto promete y responde al nombre de Sergio Arribas – ¡arriba, Sergio! –; necesitamos goles y esa carencia es la que más fuertemente nos está golpeando esta temporada.

Fue bonito, sobre todo en el primer tiempo, ver a los nuestros sacar el balón con una elegancia, una rapidez y un control notables.  ¿Pero para qué servía si luego todo terminaba con un tremendo apagón en los límites del área rival? ¿Hasta cuándo vamos a seguir abusando de los inefectivos centros del bueno de Lucas? Y, dejemos claro, que el partido no habría sido el mismo si Courtois no nos hubiese salvado el trasero en los primeros minutos luego de un Kroos excesivamente confiado intentara sacar el balón por la vía más obstruida.  El Valladolid tuvo pocas oportunidades pero, ojo, todas por errores nuestros..., y no quiero hablar de la cagada del también bueno de Mendy –al que quiero en el campo, siempre, antes que a Marcelino, porque entonces la frecuencia de errores se elevaría demasiado– de la que nos volvió a salvar el muro belga.

Necesitamos pensar en cómo podemos buscar efectividad con recambios como los de ayer (Arribas, Hugo) y replanteándonos las funciones de los jugadores más adelantados. Servidor ve al Vini más sereno y colaborador,  a ver si termina de madurar y podemos sacar partido al enorme talento que, indudablemente, posee el joven brasileño.

El balance contable del fin de semana no es malo: recortamos distancia en Liga contra los choleros y, si podemos recuperar a Benzema y no se nos cae nadie más lesionado, creo que estamos en condiciones de dar el primer golpe al Atalanta. Al menos pudimos cenar sin demasiados nervios.