Y, para los mal pensados, aclaro rápidamente que me estoy refiriendo a la moral, a la confianza en que el equipo recupere el buen juego y a que Zidane…, bueno con ZZ ya no me quedan esperanzas de que pueda mejorar su rendimiento como administrador de jugadores; el cambio que hizo, en la segunda mitad, del Vini por el Rodry, una vez más, afianza mi agrio pesimismo.

Pero hoy fue una buena tarde, sobre todo si valoramos que el Vini, con un 33% de acierto en tiros a puerta, nos dio,  con una templanza y con una premonición casi mágica, muy pronto, en el minuto 16, el gol que hubiese bastado para los tres puntos.  La dupla Mendy/Vinicius funcionó bien, y el centro del campo, hasta que Modric y el Pajarito se fundieron físicamente, con la eficaz cooperación de Casemiro - a pesar de llevar sobre sus hombros el peso de una injusta amarilla desde el minuto cuatro- controló bastante bien el partido. Eso sí, en la defensa dejamos huecos durante dos períodos del encuentro: en los primeros minutos y ya, en la segunda mitad, tras los primeros cambios de los levantinos, cuando, como ya mencioné, estaban algo mermados Lukita y Valverde –más o menos entre los minutos 70 y 80-,  nos salvó, literalmente, el culo, Courtois.

Hay que apuntar también que, a esas alturas, el partido podría haber estado 0-4, ya que a los blancos oportunidades claras no le faltaron para sentenciar el partido en los primero diez minutos de la segunda mitad: palo de Karim tras error de Vezo al sacar el balón desde atrás que intercepta muy bien Modric; Vinicius, en modo Vinicius Clasic, tras una buena jugada de Asensio –que estuvo irregular, pero lo achaco a que todavía no está a punto- manda el balón  más allá de los límites reglamentarios de la portería, cuando lo más sencillo parecía lo contrario;  y tres minutitos más tarde, sólo tres, el Vini manda al limbo granota un balón que el bueno de Benzema le había puesto a huevo. Vamos que con esos tres fallos, si hubiese llegado el empate en los otros diez minutos de desconcierto madridista, estaba la cosa como para pedir prestada una pistola y meternos un tiro en el pie fallón.

Por suerte, resistimos el vendaval, y aunque perdimos, por milímetros, un gol de cabeza de Ramos –que al VAR le costó unos cuantos minutos anular- llegamos al minuto noventa y cuatro, vivitos y coleando, y Karim –otra vez top-, dando una lección en vivo y en directo al brasileño que juega por la izquierda,  en una letal contra, sólo contra el portero y uno de sus ayudantes, resolvió perfectamente la situación y marcó el gol que cerró definitivamente el marcador.

Hoy, en el lateral derecho, estuvo, todo el partido, Nacho, que, en mi opinión, luego de tanto tiempo fuera, cumplió razonablemente bien con sus obligaciones. Los cambios de Odegaard, Rodrygo, Lucas Vázquez e Isco sirvieron para frenar los ímpetus de los chicos de Paco López, que ya es algo, pero nada notable salió de sus cotizadas piernas.

Valoración global: creo que ha sido el partido que más me ha gustado –o que menos me ha disgustado; que cada uno lo mire del lado que prefiera- de lo que llevamos de temporada. Veremos si esto no se queda sólo en un destello…, depende de ellos.