No es difícil imaginar a Sánchez y Marlasca, sentaditos en cómodos sillones de la Moncloa, repletos ellos de orgullo y satisfacción, terminándose el culo de whisky que se dejó el ínclito Rajoy en la cuarta botella para atacar un Cacique made in Cuba/Venezuela y disfrutando en directo del escándalo salvaje de Vallecas en el que las hordas comunistas atacaron a los simpatizantes y políticos de Vox en su mitin de arranque de la campaña electoral. Decía Macarena Olona anoche, entre pedrada y pedrada y tras llamada a Batet, Presidenta del Congreso, que la misma le trasladó que el Ministro de Interior no se iba a poner en contacto con ella (Olona) y que el mencionado “magistrado”, o lo que sea eso que tanto se parece a un prevaricador, aseguraba que había un dispositivo de seguridad suficiente, con treinta y tantos heridos, tres descalabrados y un diputado ingresado en el hospital. Es dato objetivamente irrefutable que a los potenciales asesinos comunistas se les permitió situarse en lo que literalmente podemos llamar “a tiro de piedra”, puesto que buen número de los proyectiles –todavía no de plomo, pero todo se andará–  llegaron a volar por encima de las cabezas de Abascal y compañía mientras estos intentaban presentar su discurso. Quince pasos, quince, contó Abascal entre el tribuna de los políticos y las hordas comunistas, lo que quizás a alguien con tendencias conspiranoicas le podría llevar a pensar que aquello era una amable invitación del gobierno a los animales embozados para que los mismos llevaran a efecto lo que las chepas antifascista llevaban una semana demandando. 

Detectados los dos máximos responsables de lo que está ocurriendo en esta España en clara deriva a repetir lo que sufrió España en el 36, no se nos ha de olvidar mencionar a los instigadores directos que lanzan a las masas, Iglesias el primero de ellos, ni a los ministros/as/es que, consumado el asalto violento, se han apresurado a señalar a los responsables de la violencias, que no son, según ellos/ellas/elles, los que lanzaban los proyectiles, sino quienes los recibían. Es el primer caso, que uno recuerde, desde los años treinta del siglo pasado, en el que la violencia contra el sistema democrático es ejercida desde el propio Gobierno, sea propiciando el estallido por inacción, sea convocando a los violentos para que ejerzan su barbarie, sea invirtiendo la carga de responsabilidades al estilo goebbelsiano del siglo XXI en una noche no de cristales rotos, sino de adoquines voladores. Naturalmente, nos queda por mencionar, además de a estos Mefistófeles explícitos –políticos de esta izquierda totalitaria y energúmenos ejecutores de los mismos–,  al tercer apoyo necesario para que este trípode se sostenga: los medios de comunicación.

De estos últimos, podríamos poner ejemplos de manipulación torticero-totalitaria para aburrir, ejemplos vomitivos de supuestos periodistas que no son sino comisarios políticos socialistas o comunistas  declarados, pero hacerlo no sería por definición más que una redundancia innecesaria e inútil, como la que acabo de cometer en este momento yo mismo. Elegiremos, en cambio, tres ejemplos cuyo origen no procede de la facción socialcomunista directamente instigadora de la violencia. Se trata de El Mundo, donde hablan de “un conato de enfrentamiento entre dos grupos de manifestantes” en un entorno “blindado por la policía”; de El Independiente, donde el lío empieza porque Abascal cuenta los pasos entre los delincuentes y la tribuna de oradores y donde titulan “Vox en Vallecas: Los polos se atraen en la Plaza Roja”, y, finalmente, El Confidencial, donde nos cuentan que “podía verse a radicales de distinto signo lanzarse objetos” y donde arrancan el artículo diciendo que “El partido de Santiago Abascal llevaba semanas encontrando dificultades para captar el foco en la precampaña de las elecciones madrileñas”.

https://videos.elmundo.es/v/VyBlWKwoKdI-tension-y-despliegue-policial-ante-el-mitin-de-vox-en-vallecas

https://www.elindependiente.com/espana/madrid/2021/04/08/los-polos-se-atraen-en-la-plaza-roja-de-vallecas/

https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2021-04-08/vox-acto-vallecas-debate-politico_3024872/

Pues bien, desde el punto de vista moral, son estos últimos –junto con los Ignacios Aguados de turno, a la cabeza de los cuales está Pablo Casado por estigmatizar a VOX en aquella infame intervención contra Abascal en la moción de censura– los que, como colaboradores necesarios, representan lo más abyecto de todo lo que está ocurriendo, y será sobre ellos que caerá la mayor responsabilidad de aquello en lo que derive este escándalo –“a por ellos, como en Paracuellos”, gritaban las hordas anoche–, como lo fue el PNV en el país vasco y los partidos republicanos en el 36, puesto que, frente a lo explícitamente diabólico de los totalitarios, aquellos, llevando el mismo fondo, llevan además la carga del disimulo.