Seguramente es a causa de mis propias limitaciones intelectuales y de mi oceánica ignorancia en tantos campos del conocimiento que no alcanzo a comprender por qué de manera pertinaz siempre ganan, contra toda lógica, quienes en realidad están en fuera de juego y son el origen de los problemas. En España esto está a la orden del día, y por eso en Cataluña los que se saltan la ley, imponen normas totalitarias, 
mantienen un discurso amenazador y se lo llevan en montoncitos de a tres por ciento reciben a cambio las reiteradas visitas amorosas del rey de todos los españoles y la actitud genuflexa del presidente del gobierno, siempre con tono conciliador y dialogante hacia unos interlocutores que no son sino prevaricadores en toda regla. Y qué les voy a contar de la suelta del animal etarra, que milagrosamente y en oleadas reciben la buena nueva de su libertad cargada de cadáveres en notificación secreta firmada por el presidente de gobierno, eso sí, con tinta invisible para disimular.
Ahora volvemos a presenciar otro episodio más del tipo anteriormente señalado, pero esta vez fuera de nuestras fronteras. De fuera de nuestras fronteras ya antes de hoy podríamos hablar de muchos casos similares, como el de los palestinos y los judíos, por ejemplo, a quienes en occidente de forma mayoritaria se ve con ojos comprensivos y admonitorios respectivamente, cuando resulta que los primeros son de tradición terrorista y los segundos son una democracia, simplificando al extremo. Este nuevo episodio al que me refiero ahora es el del anuncio, papa Francisco mediante, de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, en virtud del cual se da por terminado el embargo (o sucedáneo de embargo más bien, aunque esto en realidad es irrelevante) al que los Estados Unidos tenían sometido a Cuba, y asimismo se propone un restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Y ahora, todos a cubierto. Porque, claro, esto hay que justificarlo, y cada parte asumirá su papel como corresponde. De una dictadura que ha supuesto sufrimiento para miles de personas, desde el asesinado al que tuvo que abandonar familia, tierra y raíces, sólo podemos esperar lo que se lee en el comunicado de Castro, en el que si se busca alguna concesión por parte de los malos, o sea, los comunistas represores totalitarios, se pierde el tiempo. En ese panfleto se puede encontrar victimismo, hipocresía, cinismo ilimitado, pero concesiones, ninguna, señores, que somos comunistas. Castro y su cuadrilla no ofrecen nada a cambio de que la democracia de más calidad del mundo, que quiso elegir un ZP de color y ahí lo tienen, les dé oxígeno reconociéndola como interlocutor válido. Si no fuera por lo trágico del asunto, de carcajada resultaría leer a este tipo proponiendo medidas para “avanzar en la normalización de los vínculos de ambos países, basados en los principios del derecho internacional y la carta de las Naciones Unidas”. La carta de las Naciones Unidas, han leído bien. El dictador cubano es el que lo dice. No se podrá decir que no tiene desahogo el leninista.
Pero de estos ya sabemos lo que se puede esperar: grandilocuencia, ni un paso atrás y airear a los cuatro vientos lo que es una victoria en toda regla, o sea, propaganda pura y dura. Lo peor es lo del otro lado, lo del demócrata de turno, que es a los Estados Unidos lo que el progre a nuestra España. El demócrata ofrece justificaciones tan peregrinas como que al embargo nunca se unió ningún otro país, o que después de varias décadas el mismo ha tenido poco efecto porque ahí sigue la dictadura comunista, como si la dictadura comunista dependiera de si hay embargo o no, y no de una banda de visionarios alucinados, sin escrúpulos y dispuestos a llevarse a miles de personas decentes por delante sin pestañear, o sea, la misma banda que ahora se va a ir de tapas con Bergoglio, Obama y el que se apunte a la fiesta del diálogo pacificador universal, que, ya se sabe, hablando se entiende la gente.
Supongo que ahora oiremos a todos los corifeos orquestando los cánticos y alabanzas por tanto entendimiento y tanta comprensión, en este esfuerzo encomiable por que los pueblos del mundo se unan en armonía celestial, lo que con Bergoglio por medio es sin duda muy adecuado. En fin, lo de siempre: exactamente el mismo altavoz y los mismos esfuerzos que echamos de menos cuando llega la hora de denunciar a gritos los trágicos genocidios que se están produciendo en esos países donde la caza del cristiano es costumbre diaria. Yo ya hubiese preferido ver al papa ocupando la primera plana de los periódicos saliendo en defensa feroz de los mártires perseguidos en vez de tomando el té con el americano del norte y el caribeño, pero lo que nos vamos a tener que tragar es esto otro.
Las cosas bien podrían guardar una lógica en su devenir, de forma que quien hace las trampas sea el que se tiene que arrepentir, pedir perdón y solicitar penitencia para cumplirla a rajatabla, y no que sea quien sufre esas trampas el que tenga que ir suplicando entendimiento al ofensor. Es lo que tiene la concepción socialdemócrata de la vida, que mirando a la derecha saca la guadaña y mirando a la izquierda es todo paz, comprensión y amor, pero sobre todo unas enormes tragaderas. Teniendo, pues, la razón, sus poseedores bien podrían salir ganadores habitualmente; sin embargo, parece que los buenos siempre estén destinados a perder.
Un par de puntualizaciones a mi estimado pailán:
Aunque obviamente lo que me impulsó a escribir el artículo de hoy fue la noticia del día (el final del embargo y el restablecimiento de relaciones entre Cuba y los EE.UU.), sería conveniente aclarar que el tema central de mi artículo no es ese, sino el hecho indiscutible de la existencia pertinaz de situaciónes repetidas en las que incomprensiblemente los buenos rinden pleitesía a los malos a cambio de nada, cuando lo lógico sería que los malos pagaran por el mal causado y rogaran clemencia de los buenos. El tema del día era un ejemplo perfecto para ilustrar este asunto, y por eso es parte central del escrito, además de por su envergadura y su actualidad. Pero el asunto del embargo tampoco aparece de forma aislada para ilustrar lo que plantea de manera central el artículo, puesto que en el mismo se hace referencia de pasada a otras situaciones similares en nuestro país y en el extranjero.
Yo tengo que admitir que mi falta de preparación me impide hacer especulaciones sobre las consecuencias que los hechos del día puedan conllevar. Pero incluso si tuviera esos conocimientos, cualquier afirmación sobre lo que puede devenir de lo ocurrido hoy nunca dejará de tener ese carácter especulativo, sea la tesis presentada con mejor o peor fundamento. Pero hay que señalar que quienes o bien sí poseen esos conocimientos para especular con más fundamento o quienes deciden hacerlo a la ligera, lo que realmente hacen es una trampa argumentativa, puesto que fundamentan la bondad de lo ocurrido hoy basándose en la especulación de lo que quizás pudiera ocurrir mañana como consecuencia. En todo caso, esas especulaciones lo único que demostrarían es que la intención de los protagonistas sería buena, en el caso de que creyéramos ingenuamente que la intención de todos los implicados es el propiciar el paso de una dictadura totalitaria a un régimen democrático.
Por lo tanto, parece más riguroso valorar no lo que hipotéticamente son buenas intenciones con probables resultados de carácter especulativo, sino los hechos que sí se han producido. Y entre esos hechos hay uno que destaca sobre todos los demás: el discurso de Castro, el dictador totalitario, el malo de esta película, el que tiene que pedir perdón y rectificar su posición a la espera de que la magnanimidad y clemencia de quienes están en el lado de la razón les lleve a perdonar graciosamente sus culpas. Y si ese discurso se coloca bajo el microscopio, se observará mucha basura, montones de basura, pero ni un solo asomo de rectificación. Textualmente: "Ahora llevamos adelante la actualización de nuestro modelo económico para construir un socialismo próspero y sostenible... sin renunciar a uno solo de nuestros principios". La única manera de defender un intercambio de cromos como este sería haciendo un ejercicio de humor sarcástico aduciendo que precisamente ese entrecomillado demostraía las buenas intenciones de los Castro, al provenir las mismas de comunistas que, como es sabido, legitiman la mentira como instrumento para alcanzar sus fines. De esta manera, podríamos decir que Castro miente estratégicamente y como buen comunista cuando dice que no piensa rectificar su posición un milímetro, de forma que tendríamos que pensar que va a hacer justamente lo contrario. Lo que ocurre es que el humor y el sarcasmo parece que sobran cuando se trata de asuntos en los que está implicado el sufrimiento de miles de personas, sufrimiento que, por lo que sabemos en este momento, va a ser mantenido por unos con la legitimación renovada de otros como consecuencia de los juegos florales del politicastro de turno, de un papa progre y de dos totalitarios cum laude.
Muy buenos artículos, pero qué pereza el temita...El jueguecito de la tesis y la antítesis de toda esta chusma mundialista ya debería estar más que visto, digo yo...
EEUU, Cuba; capitalismo, comunismo. Qué serían los unos sin los otros, y qué agustito estaríamos todos sin ambos, especialmente en la tradicionalmente denominada "Cristiandad".Pero claro, siempre puede uno autoconvencerse del eterno y disputadísimo pulso entre la pulga cubana y el gigante yankee; y Casillas, el mejor del mundo.
Bien tirado lo de la carta judía, el comienzo de la Hanuká -se me pasó-, y tampoco sabía que era el cumpleaños del Papa Francisco. Nada, que estaba todo bien prepararado para que hubiese símbolos por todas partes.
Ya comenté lo del NYT, siempre en las mismas.
Saludos a todos. Siempre me mantengo al tanto de este blog. Muy buenos los articulos de WH y bg_rules.
Castrico jugo la carta judia y le salio bien. No se le puede negar el talento politico. El siempre ha sabido muy bien como se mueven los hilos del poder en USA y que esto no le podia fallar ya que las condenas a cadena perpetua son dificiles y requieren mayor influencia para condonarlas. Los cargos contra Alan Gross no tenian mucho peso ya que era solo un recurso de la inteligencia americana pero ahi quedo el como una especie de rehen y el tiempo diria. Y dijo el tiempo.
Desde que vi esos articulos en le NYT haciendo persuasion sobre la opinion publica senti una mala impresion. Siempre nos recordamos de como este periodico y su reportero Herbert Matthews le dio la buena prensa que Castro necesitaba y ahora su periodico cumplio tambien esa funcion.
Es de notar cuando se hace este anuncio. Ha sido durante las primeras 24 horas de la fiesta judia de Hanuka que es una fiesta del triunfo de la juderia sobre sus enemigos. El mismo Obama ha mencionado el pacto con Cuba como un "mensaje de que la libertad posible" en una de las dos ceremonias celebradas en la Casa Blanca.
Y en cuanto a la intervencion de Jorge Bergoglio en el asunto, yo pienso que a el le seria muy dificil poder negarle un favor tan importante a su amigo de tantos años, el rabino Skorka. Claro que podia haberlo hecho en una forma mas discreta, pero ya sabemos como el ama las camaras.
Por favor perdonen la falta de acentuacion y otras pifias. No tengo teclado español y hay poco tiempo. Solo aplico la bendita ñ.
Nunca pensé que fueras tan ingenuo, Pailán, de pensar que Raúl Castro a a hacer, siquiera, la décima parte de eso que dices. Lo más grave es que hay muchos que piensan así.
Lo que ha ocurrido, en Cuba, será celebrado oficialmente ( que es la única celebración pública posible) como una victoria contra el imperialismo, y los cambios no van a pasar de los que sean necesarios -parafreaseando a Lampedusa- para que parezca que todo cambia pero, en realidad, siga igual. Un régimen como el de los Castro no puede permitir libertad de expresión y partidos de oposición porque sabe que no duraría ni 10 minutos. Ellos lo tienen muy claro y la mayoría de los cubanos también.
No pasará nada en los temas importantes: no se permitirán partidos de oposición, ni prensa independiente, ni que cada uno pueda expresar libremente su opinión politica. Todos los cambios irán ( y muy contralados) en la vía en la que, tímidamente, ya están ahora: apartura económica, todo lo contralada que puedan, porque necesitan dinero para sobrevivir. Nada más.
Ya he oido lo mismo muchas veces esas predicciones ingenuas, igual que cuando fue Juan Pablo II. ¿Y cuántos años hace de eso?
Excelente doble entrada sobre el tema del día, de la semana y, si me apuran, del año. Sin embargo, me habría gustado que uno de los textos saludara positivamente o, al menos, sin acerada crítica esta decisión bilateral, para estimular el debate. Permítaseme echar un cuarto a espadas sobre el asunto.
España y los españoles mantienen una estrecha relación con Cuba desde siempre. Es una sentimiento que va más allá de la fecha de la independencia, puesto que Filipinas y Puerto Rico se emanciparon con la isla y el sentimiento, siendo cercano, no es el mismo. El mismo Franco mantuvo relaciones diplomáticas con el régimen castrista ("Con Cuba, cualquier cosa menos romper", le dijo a Castiella cuando el incidente del Embajador Lojendio), a pesar de las presiones de Estados Unidos. Famosa fue la foto de Fidel y Ernesto Guevara (más conocido en ciertos ambientes como el "Che") en una barrera en las Ventas en 1959.
Tampoco hay que perder de vista que los movimientos geopolíticos no se sustancian en veinticuatro horas. España pasó de una dictadura (dictablanda, más bien) a un régimen de libertades de manera progresiva, pero en un año (¡un año!) ya se había votado la reforma política y en menos de dos ya se habían convocado elecciones democráticas. No se conoce transición similar en ningún régimen comunista y a las pruebas existentes al otro lado del telón de acero me remito. Por tanto, no esperemos que, en su mensaje de fin de año, a Raúl Castro le dé por anunciar la legalización de los partidos de la oposición, decretar una amnistía y convocar elecciones o al Granma reconocer que se han equivocado, como algún ilustre jerarca hizo por estos pagos después de que le pillaran con el carrito del helado. Los movimientos se verán a medio o largo plazo, entre tres y cinco años, y de manera muy tímida. La muerte de Fidel, que se anuncia cercana desde hace ya un tiempo, con ridículo mayúsculo para quien lo hace, digo, la desaparición de Fidel con Raúl controlando el aparato no debería suponer un mayor trauma o un punto de inflexión.
Las sociedades oprimidas son impacientes, pero opino que este movimiento de Obama, oportunista y mediático, sí, pero de hondo calado por los actores implicados, es de largo alcance y nos dará jugosas alegrías a los que amamos a Cuba y a los cubanos. Ojalá lo podamos ver todos.
Además de todo lo que decimos en las dos entradas, está lo que comenta Carlos Alberto Montaner en su artículo de LD, La normalizacion. Muy clara la cooperación del New York Times con la Casa Blanca sirviéndole de "granma". Parece que hay cosas que se "pegan".
Estando de acuerdo en el fondo y en la forma de este artículo, voy a disentir en un aspecto. En el tratamiento que se le da a la labor del Papa Francisco en todo este asunto.
Creo que si la Santa Sede ha mediado entre los USA y Cuba, ha sido como siempre en una labor humanitaria, para rescatar de una cárcel castrista a un preso americano, injustamente condenado y bastante enfermo. El Vaticano siempre se ha distinguido por tener una diplomacia de primera, probablemente la mejor del mundo, precisamente por no meterse o interferir en cuestiones políticas.
Pío XII fue injustamente acusado de colaborador del nazismo, es igual que se demostrara que en lo único que colaboró fue en salvar las vidas de muchos judíos (mal se lo pagaron después). El Papa Juan Pablo II fue durísimamente criticado (incluso algunos lo llamaron comunista) por visitar Cuba. De nada sirvió que en la isla del Diablo pidiera libertad, que mediara para liberar presos políticos o que hubiera sido el Papa que más ferozmente luchó contra el comunismo, derribo del Telón de Acero mediante.
Como dije antes, ahora creo que se está siendo injusto con el Papa Francisco. la iglesia católica siempre ha estado, está y estará al lado de los que más sufren, y en esta historia, los protagonistas son el pueblo cubano.
Ni el Papa ni nadie puede ayudar a Obama a bajarse los pantalones ante el régimen cubano, además ¿Desde cuando este presidente hace caso a los requerimientos del Papa?. En tal caso los USA no serían la primera potencia abortiba o un país puntero en aplicar la pena de muerte.
Completamente de acuerdo, bg_rules, ayer perdimos muchos verdaderos demócratas y, lo que es peor, muchos cubanos que están sufriendo el castrismo y ve como Estados Unidos se lava las manos de una manera miserable. Bueno, Estados Unidos, no: Obambi.