Ya se sabe que idioma, idioma, lo que se dice idioma, lo son el catalán, el vasco y el gallego, además del español -sí, español; hala, ajo y agua-, aunque no el bable o lo que suena cuando un andaluz de Piltras habla cerraíto, por ejemplo. Por eso, este Blas de Lezo -ya saben, insigne almirante guipuzcoano- de todo a cien que hoy asoma por este gallinero se articula más bien como un Rams sin Sezo, que es eso de lo que este no tiene y que es eso de lo que le falta por arrobas. Ayer volvió a demostrarlo dando otro de sus conciertos clásicos con La Coja, esa cosa, y no se privó, además, de la consiguiente coda final de arrogante soberbia amenazante con ese "Loz que rahan al finá acabarán callado como ziempre". Porque tú lo digas, figura. Empápate de MqM, shavalote, que es lo que tendrían que hacer muchos, porque hay un espabilao por ahí  que se pregunta en Marca que qué le pasa a Ramos. Anda que está enterao el personal. ¡Que lean MqM, carallo ya! 

Y, mientras, un jugador italiano, que no le da la mano al seleccionador al ser sustituido, es enviado de certera patada en el culo a comer pizza a su casa, tan ricamente. Tomemos ejemplo.